miércoles, 15 de mayo de 2013

Calorías vienen, calorías van I: el balance energético de la Tierra


          Hace unos días oí una noticia que hablaba sobre los “peligrosos gases de efecto invernadero” este tipo de términos se escuchan con relativa frecuencia en los medios de comunicación, y muchas veces se utilizan de forma incorrecta… así que he pensado escribir una serie de posts que describirán lo que son el efecto invernadero, el smog fotoquímico, el balance energético de la tierra, su relación con el cambio climático, ... y cosillas relacionadas que se me vayan ocurriendo sobre la marcha... o lo que me pidáis!!!!


Distribución de la energía 
que nos llega del Sol. NASA webpage
            Para hacer un aproximamiento correcto a estos términos lo mejor es empezar por el balance energético de la Tierra, que no es más que flujo de energía que entra y sale del planeta: el calor no solo se mueve de un lado a otro, también se mueve de la superficie a la atmósfera y al espacio, en ambas direcciones. Para que la temperatura del Planeta sea estable en periodos largos de tiempo, la energía entrante y saliente deben de ser iguales, en otras palabras, el debe estar en balance, y a este estado de balance se le denomina equilibrio radiativo.


Ley de Stefan Boltzmann.
eoearth.org
 Así es como funciona (a grosso modo) este equilibrio: alrededor del 29% de la energía solar que llega a nuestra atmósfera es directamente reflejada al espacio por las nubes, las partículas atmosféricas y superficies como el hielo y la nieve; esta energía no juega ningún rol en el sistema climático de la Tierra. El 23% de la energía entrante es absorbida en la atmósfera por el vapor de agua, el polvo y el ozono; el 48% restante pasa a través de la atmósfera y llega hasta la superficie. Así pues, el 71% de la energía que llega desde el Sol es absorbida por el sistema energético de la Tierra

            Cuando la materia absorbe energía solar, los átomos y moléculas que forman dicha materia se excitan, se mueven más rápido en su entorno y este movimiento hace que la temperatura del material aumente. Esta temperatgura no aumenta hasta el infinito, ya que estas moléculas y átomos no solo absorben la energía, también la pierden radiando energia térmica (calor) en forma de radiación infrarroja. 

             La cantidad de calor que radia una superficie es proporcional a la cuarta potencia de su temperatura, de acuerdo con la Ley de Stefan-Boltzmann (imagen de la derecha). Así, si una superficie dobla su temperatura, la energía radiada aumenta 16 veces. Es decir, si la temperatura de la Tierra aumenta, el planeta emite una gran cantidad de energía al espacio. 

Balance energético de la superficie

La atmósfera y la superficie de la Tierra absorben el 71% de la energia que recibimos del Sol, así pues, deben devolver la misma cantidad  para que la temperatura media de la Tierra permanezca estable. De todas formas, hay que tener en cuenta que la contribución de la atmósfera y de la superficie a estos procesos (radiación absorbida versus calor radiado) es asimétrica. La atmósfera absorbe el 23%, y la superficie el 48%, tal y como hemos visto antes. La atmósfera radia el calor equivalente al 59% de la radiación recibida; la superficie solo el 12%. En otras palabras, el calentamiento por el Sol ocurre principalmente en la superficie, mientras que la mayor parte del enfriamiento radiativo ocurre en la atmósfera. Pero, ¿como ocurre este reparto de la energía?


Balance energético de la Tierra
 domo2.eu
Para entender como el sistema climático de la Tierra equilibra la energía, hay que considerar que el proceso ocurre a tres niveles: la superficie de la Tierra, donde ocurre la mayor parte del calentamiento; el borde exterior de la atmósfera, por donde la rayos solares entran al sistema, y la atmósfera que hay entre ambos. en cada nivel, el flujo neto de energía debe ser nulo, es decir, la energía que entra y que sale deben ser iguales. Ya sabemos como nos llega la energía, en forma de radiación em desde el Sol; la superficie, en contraposición, libera energía principalmente mediante tres procesos: evaporación, convección y emisión de infrarojos.

Alrededor del 25% de la energía solar entrante se desprende de la superficie por evaporación. Las moléculas líquidas de agua absorben la energia solar, y pasan de estado líquido a gaseoso, la energía que se necesita para este proceso esta latente en el movimiento de las moléculas de agua al expandirse por la atmósfera. Cuando las moléculas de vapor de agua vuelven a condensarse y formar lluvia, el calor/energía latente es liberado de nuevo a la atmósfera. La evaporación de los oceanos del trópico y la subsiguiente liberación del ese calor latente son las claves del movimiento de calor de la atmósfera.


Calor radiado por la tierra.
www.exploratorium.edu


 Otro 5% de la energía solar entrante, sale de la atmósfera por convección. El aire que está en contacto directo con la superficie calentada por el Sol, se calienta y se vuelve templado y boyante. El resto de la energía se desprende de la superficie a través de energía infrarroja que emiten los átomos y moléculas de la superficie. 






Balance energético de la atmósfera.



Al igual que la energía que llega y que sale de la superficie de la tierra deben ser iguales, el flujo de energía que llega a la atmósfera debe ser igual al que sale. Mediciones por satélite indican que la atmósfera radia un equivalente al 59% de la energía solar entrante… ¿de donde llega a la atmósfera semejante cantidad de energía? Las nubes, los aerosoles, el vapor de agua, y  el ozono absorben directamente el 23% de la energía solar entrante. Por otro lado, la evaporación y la convección transfieren el 25 y el 5% de energía de la superficie a la atmósfera, respectivamente. Estos tres procesos suman un total el 53% de la energía entrante a la atmósfera. 

... y esto es, en términos generales lo que ocurre con la energía que nos llega desde el Sol... en el siguiente post, describiré el efecto invernadero y su relación con el cambio climático... si queréis saber cualquier otra cosa, relacionada o no, solo tenéis que pedirlo!!



Saludos!!

domingo, 24 de marzo de 2013

Causa, efecto y supervivencia


Esta semana he leído un artículo en la revista Quantum Diaries que me ha parecido perfecto para Pressciencia. El artículo trata una cuestión que que se plantea en una conferencia sobre física: imaginemos que estamos a dos metro de una valla de madera, que tiene un agujero. Mirando al agujero, vemos pasar la cabeza de un perro, y después la cola de un perro. Esto ocurre tres veces seguidas, ¿que pensaríamos

Las posibles conclusiones a esta pregunta son muy interesantes. Intuitivamente, como seres humanos, creeríamos que existe una relación entre la cabeza y la cola de un perro. ¿Cuales son los tipos de relación posibles?


Causa-Efecto

Causalidad: Podríamos pensar que la cabeza de un perro causa la cola de un perro. Este es quizá el más poderoso y natural patrón seguido por nuestro cerebro. Siempre buscamos causas y efectos, pero...¿es este un fenómeno real o es solo una invención del ser humano? Consideremos, como individuos, todas las causas y efectos a nuestro alrededor... La vida no parece seguir un patrón tan sencillo como Causa-Efecto...




Azar.
CoincidenciaPodría ser que los dos eventos (la visión de la cabeza de un perro y la visión de la cola de un perro) ocurrieran por azar de forma aleatoria. Si observáramos durante más tiempo, es posible que viéramos algo más. 


Correlación: Otra posibilidad sería que la cabeza de un perro estuviera correlacionada con la cola de un perro, en el sentido de que surgen juntos a partir de una base común, pero no causal. Este es un concepto utilizado a menudo en estadística; se sugiere que dos eventos ocurren juntos, pero que no necesariamente uno causa el otro.
Parte de un todo.

Parte de un todo: Esta es la verdadera respuesta a la visión del perro; la cabeza de un perro y la cola de un perro son parte de un todo que vemos a través del agujero en la valla. Por lo tanto, no hay causa real, ni coincidencia ni correlación; simplemente estamos observando dos eventos con una conexión subyacente: que un perro vivo tiene tanto cabeza como cola. 



En física, cualquiera de estas posibilidades puede ser válida. Cuando se mide la fragmentación de una partícula después de la colisión de dos partículas  nos preguntamos si la colisión "causó" la fragmentación o si la fragmentación es, de hecho, "parte de un todo". Para dilucidar esto, se aplican rigurosos controles estadísticos para asegurarse de que se ha observado "durante suficiente tiempo" para estar seguros (de forma cuantitativa) de nuestra interpretación.
Aún así, resulta muchas veces confuso y se tiende a menudo a explicaciones pseudo-científicas basadas en la relación Causa-Efecto, cuando en realidad simplemente estamos ante algo que no se a examinado lo suficiente como para explicar la relación entre los eventos o sucesos. Parte del trabajo de la ciencia es proporcionar una metodología sistemática que desenrede estas relaciones, para poder entenderlas y hacer predicciones cuando nos encontremos ante sucesos similares.

Pero, ¿por qué esa tendencia a las explicaciones basadas en la relación Causa-Efecto? Realmente son las más sencillas de entender, pero ¿por qué?

El autor del artículo, propone que nuestra tendencia a las explicaciones Causa-Efecto son una forma de precaución innata de los seres humanos para sobrevivir a los depredadores, el hambre y otros peligros en la naturaleza. Por ejemplo, si ves las huella de una garra de tigre, la mejor estrategia de supervivencia es asumir que un tigre a causado esas huellas, y deberías huir en otra dirección. Un científico probablemente querría parar y considerar si las huellas son frescas, si concuerdan con las de un tigre visto anteriormente...etc. Pero un cerebro humano centrado en sobrevivir, esta optimizado para hacer cálculos rápidos usando el principio de Causa-Efecto para salvar el pellejo. 

Si observamos el mundo a nuestro alrededor, aunque muchos sucesos ni de lejos tan sencillos de explicar a través del fenómeno de Causa-Efecto, nos daremos cuenta de que confiamos en está explicación siempre o casi siempre, y esto se debe a una adaptación de nuestro cerebro a la supervivencia.

Aquí os de dejo el link al artículo original.

En el libro de J. Gould (mencionado en el artículo original) "Los ocho cerditos"  hace referencia a una idea parecida, así que cuando termine de leerlo, dejaré caer una crítica por aquí, la cual adelanto ya que será positiva.

Saludos!!!

miércoles, 20 de marzo de 2013

Creo que lo dejé aquí...

Saludos!! 


Después de una larga temporada con el blog en stanby, creo que ya va siendo hora volver a ponerlo en marcha. Voy a intentar  mantener una media de un par de posts al mes… me gustaría poder decir que voy a escribir más pero dudo mucho que tenga tiempo, así que…

El blog va a seguir en su línea: noticias, curiosidades, libros, cachivaches…y cualquier cosa que me parezca interesante y esté relacionada con el mundillo de la ciencia.  Además, intentaré incorporar algo relacionado con el Master que estoy cursando “Innovación Empresarial y Dirección de Proyectos”. Ahora hemos empezado el segundo semestre, el bloque de Innovación Empresarial, y creo algunas de las cosas que trabajamos en clase pueden encajar en este blog.

Se admiten peticiones, sugerencias, quejas…etc, y aunque no tengo libro de reclamaciones a disposición de los lectores, podéis comentar los posts, mandarme mails… facebook,  twitter (próximamente)… o culaquier vía que se os ocurra...

Pues eso, que vuelvo a estar por aquí... Nos leemos!!!